
El autor debe de estarse riendo de sus lectores. Una broma de libro, personajes desquiciantes (o tienen múltiples doctorados en las áreas más recónditas de la ciencia, o hablan ruso a la perfección o son perfectos calculistas), universos prestados (Mundo de Oz, Lilliput, País de las Maravillas...) y una incomprensible máquina para recorrerlos basada en el conocido hecho de que si tomas un giróscopo y le imprimes una fuerza en dos direcciones perpendiculares simultaneamente, éste se desliza de universo (hasta un total de 6^(6^6) diferentes, de ahí el nombre de la novela).
Es tan ridículo que a veces es divertido, sobre todo si entiendes las bromas que se hacen sobre otras obras de SF, incluidas algunas del propio autor.