martes, 5 de febrero de 2013

Disturbing the Solar System, Alan E. Rubin

Algún día tendré que escribir aquí sobre uno de mis lugares favoritos de Cambridge, la biblioteca universitaria. Construída en los años 30 del siglo pasado, esta mole de 48m de altura es un monumental ejemplo de la arquitectura industrial. Su interior, no muy diferente a lo que en mi imaginación sería un bunker nuclear de la Guerra Fría, alberga 7 millones de libros expuestos en interminables galerías muy poco transitadas. Irremediablemente, en los 15 minutos que tardo de media en encontrar cada libro que necesito, aparecen otros bastante interesantes. Y así, en mi última visita encontré "Disturbing the solar system", un libro de 360 páginas de Alan E. Rubin, investigador del Departamento de Geofísica y Física Planetaria de la Universidad de California.

El primer capítulo es una amena, pero rigurosa, exposición sobre los orígenes del Sistema Solar tal y como los entendemos en la actualidad. Continúa luego con un genial resumen histórico sobre cómo descubrimos nuestro lugar en el universo. Los siguientes capítulos son un paseo por varios aspectos muy interesantes de la historia del Sistema Solar, centrándose en aquellas facetas que fueron más controvertidas históricamente: el origen del campo magnético terrestre, de la Luna o de las tectitas; el efecto de otros cuerpos del Sistema Solar en el clima terrestre...

El libro termina con consideraciones sobre astrobiología. Tras considerar la posibilidad de vida fuera de la Tierra y comentar el gran revuelo que se montó alrededor del meteorito marciano ALH84001, el libro dedica un capítulo a las teorías de Panspermia, la posibilidad de que la vida apareciese en otros mundos y fuera transportada a la Tierra. Finalmente, hay un capítulo dedicado al programa SETI y las posibilidades de contacto con civilizaciones extraterrestres tecnológicamente avanzadas.

"Disturbing the Solar System" contiene muchas ideas interesantes, explicadas de manera amena y rigurosa. Destaco principalmente sus completas exposiciones históricas.

En venta a través de Amazon España o en Amazon Reino Unido

jueves, 31 de enero de 2013

Las curiosas leyes británicas

Es sabido que Reino Unido es un país un tanto peculiar. Regularmente los medios de comunicación y los mentideros de internet recuperan una lista de leyes curiosas, que quizás tuvieron razón de ser en su momento, pero que por olvido u omisión siguen en vigor hoy en día pese a ser francamente ridículas.

Hay listas extensas, y pese a que muchas han resultado ser una leyenda urbana (como aquella tan divertida de la cerveza y las tartas en el examen de Cambridge), algunas parece que sí son ciertas (según la BBC y la Law Society). Al parecer, está prohibido morirse en el Parlamento, o entrar allí con una armadura. Colocar un sello con la efigie de la Reina al revés puede ser considerado acto de traición, y también es punible no decir al inspector de hacienda algo que no quieres que sepa (aunque no hay problema en no decirle algo que no te importe que sepa). También está prohibido comer "mince pie" en Navidad, una ley promulgada por Oliver Cromwell y que sus sucesores se olvidaron de derogar.

No he comprobado personalmente la autenticidad de estas leyes tan curiosas. Lo que haré aquí será añadir un par más a la lista.

jueves, 17 de enero de 2013

Participación en Mapping Ignorance

Ayer se publicó mi primera colaboración en Mapping Ignorance, un blog en inglés en el que se divulgan diariamente artículos científicos recientes. Aprovechando el anuncio de las primeras imágenes de un calamar gigante en su medio natural, he comentado un artículo de 2012 que intenta explicar la razón de que estos animales tengan los mayores ojos del reino animal. Pasen y lean.

Relacionado:

lunes, 31 de diciembre de 2012

Lo mejor de 2012 en Resistencia Numantina

Otro año se termina (ya van cinco), y como hice con 2011 y 2010 os dejo con una selección de lo más leído en Resistencia Numantina durante 2012.

1. Recortes en I+D

Este año comenzó con el pequeño incendio de parte de internet causado por este post sobre una nueva casilla en la declaración de la renta. Los recortes de los ultimos años amenazan tan abiertamente el sistema de investigación pública de este país que casi 300.000 personas firmaron una petición inspirada por el post, siendo la iniciativa más popular hasta el momento en esta conocida plataforma. La iniciativa tuvo gran cobertura en medios nacionales (contraportada de ElPaís, RNE... ¿El Jueves?) e internacionales (Blogs de Science y Nature, medios en portugués, francés...), además de provocar la reacción de varios parlamentarios y de la Conferencia Episcopal.

La iniciativa sirvió para visibilizar el estado precario en el que queda la I+D española y promover y apoyar iniciativas parlamentarias para paliar esta situación (aún pendientes de ser tramitadas en el Congreso). Quiero pensar que también ayudó a otras iniciativas que se han ido sucediendo a lo largo del año, como #SinCiencia y Carta por la Ciencia.


2. Como tirar dinero público buscando bichos en lagos amarillos

The Abyss

Muy relacionado con lo anterior, este año dimos un ejemplo muy claro de cómo la inversión en ciencia puede traer beneficios muchísimo mayores a los esperados. Si quieres conocer la historia de una aburrida investigación sobre la vida microscópica en un charco caliente que revolucionó la ingeniería genética, éste es tu post.

3. #SinCiencia sólo queda el caos.



Mencionada anteriormente, mi contribución a la iniciativa #SinCiencia. Una selección de citas científicas sobre la importancia de la investigación para la sociedad.

4. ¿Cuántas estrellas podemos ver a simple vista?

Una pregunta milenaria y una respuesta que mezcla astronomía con biología.

5. ¿Aliados? de la Segunda Guerra Mundial


De acuerdo en que la Segunda Guerra Mundial fue principalmente una batalla entre Alemania, Japón e Italia contra el Imperio Británico, (a veces) Francia, la Unión Soviética y los Estados Unidos, pero si quieres conocer algunos términos de menor orden quizás deberías leer este post.

6. Los españoles hemos sido siempre un poco manirrotos

Los procesos de degradación monetaria en España y una cita que no se volverá a repetir en este blog al economista Murray N. Rothbard

7. London Necropolis Railway: el tren de los difuntos

Historias de la época en la que los trenes no eran sólo para los vivos.

8. Abbas Ibn Firnás, el andalusí que quiso volar

Curiosa la historia de este andalusí del siglo IX, del que dicen que fue la primera persona en intentar volar de manera científica... aunque sin demasiado éxito.



Fuente

Y así termina la selección de entradas. Sólo me queda trasmitiros mis mejores deseos para 2013. Espero veros a todos por aquí el año que viene. С новым годом!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Cuestión de tamaños

Fotograma de la película "Them!". Fuente.
Todos hemos visto esas películas de serie B en las que la humanidad está amenazada por arañas o insectos gigantes, o aquellas en las que un grupo de personas ven reducido su tamaño y se enfrentan a un terrorífico mundo microscópico de ácaros y arañas domésticas. Por suerte o por desgracia, mucho de lo que ocurre en esas películas no es posible. Asumir que podemos cambiar el tamaño de un sistema y que todo siga igual es, en general, un error.

Ya Galileo entendía parte del problema. Tomemos cualquier objeto y dupliquemos su tamaño. Entonces habremos cuadruplicado su superficie pero multiplicado por ocho su volumen. Si por el contrario reducimos su tamaño a la mitad, la superficie se habrá reducido a un cuarto, pero su volumen a un octavo del volumen original. Los fenómenos que dependan de la relación entre volumen y superficie se verán modificados por el cambio de escala.

Volviendo a nuestras películas, unos humanos empequeñecidos cien veces tendrán, como consecuencia, graves problemas para mantener su temperatura corporal. Mientras que las pérdidas de calor dependen de la superficie del cuerpo ---que se reduciría diez mil veces---, la generación de calor depende del volumen ---un millón de veces menor---. Los animales pequeños de sangre caliente compensan este efecto con un aumento de su metabolismo (es por eso por lo que son tan activos y están siempre comiendo).

Insectos y arañas gigantes, por el contrario, se asfixiarían. Dado que las necesidades de oxígeno aumentan con la masa (proporcional al volumen si no cambia la densidad) y la captura de oxígeno con la superficie, el animal no puede aumentar varias veces su tamaño antes de que su simple sistema respiratorio sea insuficiente para difundir oxígeno a todos los rincones del cuerpo. La era de las libélulas gigantes terminó hace mucho tiempo, los actuales niveles de oxígeno en el aire no permitirían la existencia de insectos de ese tamaño.

Y esto no es todo. La fuerza de un animal depende de la sección de los músculos (una superficie), mientras que su peso crece con el volumen. Un insecto aumentado a escala varias veces simplemente no podrá sostener su propio peso, mucho menos ser una amenaza para la humanidad. Si lees que una hormiga puede levantar un peso cincuenta veces mayor que el suyo, o que una pulga puede saltar cien veces su propio tamaño, no te asustes demasiado: tienen la geometría de su parte.

No sólo hay ejemplos en biología. El ciclo vital de una estrella depende mucho de su tamaño. Una estrella de la masa del Sol tarda en consumir su hidrógeno unos diez mil millones de años, mientras que una varias veces más grande tarda mucho menos, del orden de millones de años. La diferencia de masa es además determinante a la hora de su muerte. Estrellas similares al Sol expulsan sus capas exteriores al espacio, mientras que las interiores ---colapsadas en un remanente muy denso llamado enana blanca--- se extinguen lentamente como si del rescoldo de una hoguera se tratase. Por el contrario, una estrella gigante morirá en una espectacular explosión, por un momento más luminosa que la suma de todas las estrellas de su galaxia, y quizás dejando tras de sí un agujero negro.

Si no existiesen estos efectos de escala, no tendría sentido haber invertido tanto dinero en la construcción de grandes aceleradores de partículas. Lo cierto es que si queremos que una partícula gire en el anillo del acelerador con una determinada energía, la aceleración centrípeta tendrá que ser mucho mayor en aceleradores pequeños que en los grandes. Al acelerar una partícula cargada, parte de la energía se disipa en forma de radiación, haciendo menos eficiente el proceso. Es por ello por lo que usamos aceleradores grandes cuando queremos partículas muy energéticas (como las que necesitamos para estudiar el bosón de Higgs) y pequeños si estamos interesados en utilizar la radiación que emiten (radiación sicrotrón, con un espectro amplio pero muy colimada).

Hemos visto que el tamaño influye en el comportamiento de un sistema. ¿Es siempre incorrecto usar modelos a escala? Afortunadamente hay ocasiones en las que se pueden modificar otras magnitudes para que el modelo reproduzca correctamente los fenómenos que nos interesan.

Muchas características del movimiento de un objeto a través de un fluido (un gas o un líquido) vienen cualitativamente descritas por el llamado número de Reynolds.
\[ R=\frac{\rho v L}{\mu} \]
donde $\rho$ y $\mu$ son propiedades del fluído (densidad y viscosidad) y $v$ y $L$ son una velocidad y una longitud características del sistema. Si este parámetro es muy grande, el movimiento del fluido está dominado por la inercia y es turbulento, como cuando un buque navega a gran velocidad en el mar. Esto no ocurre si es pequeño, como cuando una cuchara se hunde en un bote de miel, en la que las fuerzas viscosas son dominantes.

Si queremos que nuestro modelo sea equivalente al que en realidad queremos simular, ambos deben tener el mismo número de Reynolds. Esta técnica se emplea mucho en ingeniería, porque permite estudiar con modelos a escala fenómenos que ocurren en sistemas más grandes y complejos, como por ejemplo la sustentación del ala de un avión. Para mantener el mismo número de Reynolds tenemos varias opciones: aumentar la velocidad en nuestro túnel de viento o ---si nuestro túnel de viento es presurizado--- cambiar la densidad del aire, pero también podemos cambiar de fluído y hacer las pruebas en agua o aceite.

Podemos utilizar esta técnica para relacionar el mundo microscópico con experiencias más familiares. Una bacteria que deje de nadar, sólo recorrerá una distancia inferior al diámetro de un átomo antes de pararse, por lo que no  es de extrañar que las estrategias natatorias de bacterias y otros organismos pequeños son muy diferentes de las de un mamífero. Para entender una intuición de lo que se siente al ser un organismo microscópico, el mejor modo es imaginar qué ocurriría si nadásemos en un fluido muchísimas veces más viscoso que la miel, pues algo así sería lo que sentirías al nadar en agua si redujesen un millón de veces tu tamaño. Añade esto al hecho de ser lo suficientemente pequeño como para afectarte el impacto desigual de las moléculas de agua, haciéndote sentir un poco como una bola de pinball, y tendrás una buena descripción de lo que sería tu vida como organismo microscópico. Algo digno de ver en una película de serie B.

Esta entrada participa en la XIX Edición del Carnaval de Biología, organizado por La Fila De Atrás y en la XXXVII Edición del Carnaval de la Física, organizado por High Ability Dimension.

Fuentes:

martes, 11 de diciembre de 2012

Resultados del censo de 2011

Un ejemplo del humor británico. Te preguntan por tu religión en un censo oficial y 176.632 personas responden que son "Caballeros Jedi". Otras religiones con decenas de miles de adeptos (además del ateismo/humanista/agnóstico) son el Paganismo (particularmente la religión neopagana Wicca), el Espiritualismo, y dos religiones del subcontinente indio: Jainismo y Ravidassia.

¿Y qué pasa con mi minoría religiosa, los creyentes en el Monstruo Volador de Espaguetti? Pues sospecho que por ignorancia nos han mezclado con los rastafaris. 7.906 personas aparecen bajo esa denominación ("Rastafarian") en el censo, seguro incluyendo a los que pusimos "Pastafarian". Pues... ¡Bob Marley a mí no me representa!

Por lo demás, gente más aburrida (de esos británicos grises que sólo hablan del tiempo) se definió como cristiana (33.2 millones, 59.3% de la población), musulmana (2.7 millones, 4.8%) o sin religión (14.1 millones). En particular, los que se definen sin religión han aumentado significativamente desde el censo de 2001, pasando de cerca del 15% al 25% de la población. Podéis leer los datos oficiales aquí.