jueves, 26 de septiembre de 2013
El carril bici del gen BRCA2
Cambridge es una ciudad bastante friki. Sirva como ejemplo este carril bici inspirado en el código genético que me encontré entre el sur de Cambridge y Shelford, corriendo paralelo a las vías del tren. Uniendo la tradición ciclista y científica de la ciudad, 10.257 franjas de colores —rojo para timina, amarillo para guanina, azul para citosina y verde para adenina— representan las bases de BRCA2, un gen supresor de tumores. También plantaron cuatro especies de árboles, haciendo referencia igualmente a las cuatro bases nitrogenadas que componen el código genético. Al comienzo y al final de la ruta, dos dobles hélices representan la estructura del ADN, a una escala 1:750.000.000.
Se completó en septiembre de 1995 para celebrar la milla (sí, por desgracia aquí siguen con el Sistema Imperial) número 10.000 de la red de carriles bici. El encargado de inaugurar el carril fue Sir John Sulston, que notó que para representar el genoma humano entero a la misma escala, el carril tendría que dar la vuelta a la Tierra 15 veces.
Más información: Sustrans: Addenbrooke's to Great Shelford
jueves, 29 de agosto de 2013
Sobre neuronas y explosiones nucleares
Las técnicas que han permitido cuantificar el nacimiento de nuevas neuronas en animales adultos no se pueden aplicar fácilmente a seres humanos. Como consecuencia, hasta muy recientemente no se ha podido probar en qué partes del encéfalo de un adulto es importante este fenómeno.
Si quieres saber cómo un grupo de investigadores ha resuelto este problema, sigue leyendo en mi colaboración para Mapping Ignorance "On Neurons and Nuclear Explosions".
domingo, 25 de agosto de 2013
Reseñas rápidas de tres libros sobre biología
En los últimos meses me he dedicado a leer libros de divulgación sobre biología en general. Tres libros (relativamente) recientes me han llamado la atención especialmente, así que voy a compartirlos aquí junto a una pequeña reseña de cada uno.
1. Nick Lane, "Power, sex, suicide: mitochondria and the meaning of life"

Pese a su título, este es un libro de divulgación bastante serio y un tanto complejo. El autor, en un magnífico estilo, coloca a las mitocondrias, esos orgánulos en tus células dedicados a la respiración, en el lugar central que se merecen.
La respiración, ya sea en una bacteria o en tus mitocondrias, tiene que ver con mover protones a través de una membrana. El uso de la membrana exterior por parte de las bacterias para este proceso, produce unas restricciones en cuanto a tamaño y complejidad que no se aplican a organismos con mitocondrias. Tras millones de años de evolución bacteriana, la aparición de la célula eucariota —originalmente una simbiosis con los antepasados bacterianos de las mitocondrias— fue el suceso clave que desencadenó la evolución de organismos más complejos.
Nick Lane explica luego la importancia de las mitocondrias para el surgimiento de la reproducción sexual, y cual es la razón de que el ADN mitocondrial se trasmita exclusivamente por vía materna. Finalmente, Lane explora la relación de las mitocondrias con el envejecimiento de los organismos y con la apoptosis, el espectacular botón de suicidio instalado en las células de organismos multicelulares.
2. Andrew Parker, "In the Blink of an Eye: The Cause of the Most dramatic Event in the History of Life"
Hace 543 millones de años la vida sobre la Tierra era bastante aburrida. La mayor parte de los casi 40 phyla (subdivisiones más amplias) del Reino Animal estaba ya representada, pero los animales no presentaban por lo general partes duras ni otras especializaciones características de sus formas actuales. Simplificando mucho, se podría decir que los animales de diferentes phyla, pese a sus diferentes organizaciones internas, externamente se veían casi todos como "gusanitos".
Hace 538 millones de años, sólo 5 millones de años después, todo había cambiado. La mayoría de los phyla se podían identificar con sus formas actuales. Esta diversificación repentina afectando a un porcentaje tan amplio del Reino Animal no se ha vuelto a repetir. Aún no hay consenso sobre la causa de este evento, conocido como explosión cámbrica. En este libro, Andrew Parker propone que la aparición de los primeros ojos (en ciertas especies de trilobites), cambiaría las reglas del juego para siempre. La explosión cámbrica sería principalmente la adaptación de las diferentes especies a la depredación visual.
El libro de Parker, aunque quizás más controvertido y peor escrito que el anterior, es más accesible al público en general.
3. Iain McCalman "Darwin's Armada: Four Voyagers to the Southern Oceans and Their Battle for the Theory of Evolution"
Este es un libro sobre Charles Darwin, Joseph Hooker, Thomas Huxley y Alfred Wallace. Pese a sus diferencias de edad —Darwin era una generación anterior a los demás— y de clase —Darwin y Hooker nacieron en familias acomodadas, mientras que Huxley y Wallace vieron la pobreza de cerca—, las vidas de estos cuatro biólogos tuvieron bastante en común.
La primera parte del libro es la historia de sus viajes de juventud, que establecieron la base de sus respectivas carreras, y que estuvieron cerca de llevarse la vida de alguno de ellos. En la segunda parte, vemos cómo Darwin va dando forma, conocido sólo por su círculo de amistades más íntimo, a su teoría de la evolución, y de cómo Wallace desarrolló la misma teoría de forma independiente. En la parte final asistimos a la lucha conjunta de los cuatro para que la comunidad científica de la época acepte la nueva teoría.
Un gran libro para aquellos que quieran una aproximación a este episodio clave de la historia de la ciencia.
1. Nick Lane, "Power, sex, suicide: mitochondria and the meaning of life"

La respiración, ya sea en una bacteria o en tus mitocondrias, tiene que ver con mover protones a través de una membrana. El uso de la membrana exterior por parte de las bacterias para este proceso, produce unas restricciones en cuanto a tamaño y complejidad que no se aplican a organismos con mitocondrias. Tras millones de años de evolución bacteriana, la aparición de la célula eucariota —originalmente una simbiosis con los antepasados bacterianos de las mitocondrias— fue el suceso clave que desencadenó la evolución de organismos más complejos.
Nick Lane explica luego la importancia de las mitocondrias para el surgimiento de la reproducción sexual, y cual es la razón de que el ADN mitocondrial se trasmita exclusivamente por vía materna. Finalmente, Lane explora la relación de las mitocondrias con el envejecimiento de los organismos y con la apoptosis, el espectacular botón de suicidio instalado en las células de organismos multicelulares.
2. Andrew Parker, "In the Blink of an Eye: The Cause of the Most dramatic Event in the History of Life"
Hace 543 millones de años la vida sobre la Tierra era bastante aburrida. La mayor parte de los casi 40 phyla (subdivisiones más amplias) del Reino Animal estaba ya representada, pero los animales no presentaban por lo general partes duras ni otras especializaciones características de sus formas actuales. Simplificando mucho, se podría decir que los animales de diferentes phyla, pese a sus diferentes organizaciones internas, externamente se veían casi todos como "gusanitos".
Hace 538 millones de años, sólo 5 millones de años después, todo había cambiado. La mayoría de los phyla se podían identificar con sus formas actuales. Esta diversificación repentina afectando a un porcentaje tan amplio del Reino Animal no se ha vuelto a repetir. Aún no hay consenso sobre la causa de este evento, conocido como explosión cámbrica. En este libro, Andrew Parker propone que la aparición de los primeros ojos (en ciertas especies de trilobites), cambiaría las reglas del juego para siempre. La explosión cámbrica sería principalmente la adaptación de las diferentes especies a la depredación visual.
El libro de Parker, aunque quizás más controvertido y peor escrito que el anterior, es más accesible al público en general.
3. Iain McCalman "Darwin's Armada: Four Voyagers to the Southern Oceans and Their Battle for the Theory of Evolution"
Este es un libro sobre Charles Darwin, Joseph Hooker, Thomas Huxley y Alfred Wallace. Pese a sus diferencias de edad —Darwin era una generación anterior a los demás— y de clase —Darwin y Hooker nacieron en familias acomodadas, mientras que Huxley y Wallace vieron la pobreza de cerca—, las vidas de estos cuatro biólogos tuvieron bastante en común.
La primera parte del libro es la historia de sus viajes de juventud, que establecieron la base de sus respectivas carreras, y que estuvieron cerca de llevarse la vida de alguno de ellos. En la segunda parte, vemos cómo Darwin va dando forma, conocido sólo por su círculo de amistades más íntimo, a su teoría de la evolución, y de cómo Wallace desarrolló la misma teoría de forma independiente. En la parte final asistimos a la lucha conjunta de los cuatro para que la comunidad científica de la época acepte la nueva teoría.
Un gran libro para aquellos que quieran una aproximación a este episodio clave de la historia de la ciencia.
sábado, 22 de junio de 2013
Matrioskas simbióticas

A simple vista es difícil encontrar un insecto más aburrido que la cochinilla algodonosa (Planococcus citri). Día sí y día también, durante su par de meses de vida, podemos ver a esta criatura alimentándose de la savia de su planta, normalmente una planta de café, cacao o un cítrico. Sin embargo este animal alberga uno de los ejemplos más fascinantes de simbiosis que se pueden encontrar en la naturaleza.
La simbiosis es una relación estrecha y persistente entre dos organismos de diferentes especies en la que ambos salen beneficiados. Un ejemplo es la relación entre las hormigas y sus rebaños de áfidos y cochinillas. Las hormigas las protegen y las pasean por la planta como si de un rebaño se tratase. A cambio, las hormigas reciben melaza. Bien conocido, este primer ejemplo de relación simbiótica de las cochinillas palidece con el que podemos encontrar en su interior.
Ya hemos comentado que las cochinillas tienen una alimentación un tanto aburrida: savia de primer plato, savia de segundo... más savia de postre. Esta sustancia tiene azúcares, pero es pobre en proteínas. Las cochinillas solucionan en parte este problema filtrando grandes cantidades de savia y desechando azúcares que las hormigas aprovechan. Aún purificando savia en grandes cantidades, hay unos 10 aminoacidos esenciales que la cochinilla no puede obtener de la planta. Para sintetizarlos, como muchos otros organismos, la cochinilla pide ayuda de los mayores expertos del mundo natural en bioquímica: las bacterias.
Lo que hace peculiar a la cochinilla Planococcus son los detalles de esta colaboración. Primero, a diferencia de las bacterias que viven en nuestro intestino y que nos ayudan a digerir largas cadenas de carbohidratos, las que ayudan a sintetizar productos para la cochinilla viven en el interior de sus células (endosimbiontes). La célula huesped provee a las bacterias en su interior de todos los nutrientes necesarios, de protección y de un entorno no muy variable, y estas a cambio le ayudan a sintetizar ciertos productos. Una asociación de este tipo fue probablemente la que hace alrededor de mil millones de años terminó dando origen a las mitocontrias y los cloroplastos, los orgánulos celulares que se encargan respectivamente de la respiración y de la fotosítesis.

Ambas bacterias llevan el título de Candidatus antes de su nombre, nombre que además no se escribe en cursiva, indicando que necesitan a su huésped para sobrevivir y que por tanto no pueden cultivarse en el laboratorio de forma aislada. Esto es debido a que tras tanto tiempo viviendo en el interior de su huésped, estas bacterias han perdido parte del genoma que les permitía una vida independiente (T. princeps sólo tiene 140 genes y 138.000 "letras" de ADN. M. endobia, que vive en su interior, tiene curiosamente unas tres veces esa cantidad).
Una consecuencia de este proceso de pérdida de genes es que la colaboración se hace más estrecha todavía: como se puede ver en la imagen superior, cada organismo se encarga de una parte de la síntesis, y los productos intermedios tienen que cruzar varias veces de uno a otro en el proceso, haciendo de esta matrioska biológica una verdadera matrioska simbiótica.
Fuentes:
An Interdependent Metabolic Patchwork in the Nested Symbiosis of Mealybugs
Power, Sex, Suicide: Mitochondria and the meaning of life
Cow-like Mealybug home to sexy symbiotic machine
lunes, 27 de mayo de 2013
Un nuevo tipo de cámara inspirada en los ojos de los artrópodos
Los ojos compuestos de insectos y otros artrópodos no parecen la mejor solución para capturar imágenes, pues su resolución óptica es mucho peor que la de un ojo simple del mismo tamaño. Sin embargo, un puñado de ventajas puede que conviertan a las cámaras basadas en el ojo compuesto en una opción a considerar en pequeños drones que requieran vistas panorámicas, sustituyendo a una cámara más ortodoxa con una pesada lente de ojo de pez.
Un equipo de ingenieros ha presentado recientemente una de estas cámaras en la revista Nature. Os lo cuento (en inglés) en mi última contribución para Mapping Ignorance: "A new type of arthropod-inspired cameras".
jueves, 9 de mayo de 2013
Sobre abejas, antenas y campos eléctricos
Dos equipos de científicos han descubierto de forma independiente que las abejas pueden detectar pequeños campos eléctricos. Este "sentido eléctrico" podría servir para recolectar néctar de manera más eficiente y para mejorar la comunicación entre abejas.
Si quieres conocer más detalles, sigue leyendo en esta colaboración (en inglés) para Mapping Ignorance: "On bees, antennae and (electrical) flower power"
Foto: Olivier Bacquet (CC BY 2.0)
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