viernes, 16 de marzo de 2012

Cómo tirar dinero público buscando bichos en lagos amarillos

The Abyss

Pongamos que Dr. Fulano anda interesado en aprender sobre la ecología de un charco amarillo de agua caliente. Un proyecto sin ninguna aplicación (lo que llamamos ciencia básica), con el único objetivo de conocer algo más sobre el mundo en el que vivimos. Claro está, la investigación tiene unos gastos (tampoco demasiados) y además Dr. Fulano tiene la mala costumbre de comer todos los días. El bueno del científico tiene la osadía de pedir financiación. ¿Se la darías? Si decides no hacerlo, acabas de matar una tecnología que mueve miles de millones en todo el mundo.

Termus aquaticus
Crédito: Diane Montpetit
¿Cómo es ésto posible? Retrocedamos a 1963 y a nuestro investigador. Dr. Thomas Brook es un experto en fisiología microbiana interesado en la disposición de organismos fotosintéticos (cianobacterias,...) a lo largo de los gradientes térmicos producidos por fuentes termales. En aquella época se pensaba que ninguna bacteria podría vivir y desarrollarse a temperaturas superiores a los 73ºC, y eso exactamente ocurría con las cianobacterias que estudiaba. Sin embargo, Brooks encontró también unas bacterias rosas que parecían vivir felizmente a más de 80ºC. Junto a su estudiante Hudson Freeze, Brooks consiguió aislar y cultivar la nueva bacteria, que sería bautizada con el nombre de Termus aquaticus.

Durante los siguientes años, los esfuerzos de los investigadores se concentraron en entender las características que permitían a T. aquaticus vivir a temperaturas tan altas. Una de las razones fundamentales era el uso de enzimas especiales, termoestables, que no se descomponían incluso a la temperatura de ebullición del agua. Una de estas enzimas era la pieza que faltaba en una revolucionaria técnica en biología molecular.

La PCR es una técnica para multiplicar fragmentos de ADN. La muestra de ADN pasa a través de ciclos de calentamiento (dónde se funde, separándose en sus dos hebra constituyentes) y enfriamiento (dónde se forma una molécula completa de ADN sobre cada hebra separada). Diversas enzimas deben ser usadas en el proceso (e.g. polimerasas). Las enzimas utilizadas anteriormente sufrían una desnaturalización durante el ciclo de calentamiento, teniendo que ser reemplazadas regularmente. El uso de las enzimas termoestables procedentes de T. aquaticus y otros organismos termófilos permitió reducir costes y el tiempo del proceso a una mínima fracción, popularizando la técnica de la PCR.

Hoy la PCR está en el centro de una industria mil millonaria. Se emplea en investigación científica (biotecnología, biología, antropología...), en medicina (diagnóstico de enfermedades genéticas y adquiridas), ciencia forense (identificación de personas a través de muestras de tejido, por ejemplo en la escena de un crimen). Millones de personas han recibido tratamiento médico o bien han sido absueltas de un delito que no cometieron gracias a esta técnica. Todo gracias a un biólogo que quiso saber más sobre la ecología de un lago amarillo, y a un presupuesto en ciencia básica que le permitió llevar a cabo su proyecto.

Esta entrada participa en la VI edición del Carnaval de Tecnología que se celebra en el blog Los productos naturales ¡Vaya Timo! y en la XI edición del Carnaval de Biología, organizado por el blog Ciencia y alguna otra cosa

Más información sobre la PCR: Monográfico en Journal of Feelsynapsis
...sobre el descubrimiento de T. aquaticus: Genetics 146 1207-1210 (1997)
...sobre las iniciativas en marcha para que estas afortunadas situaciones se puedan dar en España en un futuro: Carta Abierta por la Ciencia y #PNLCiencia.

Crystal jelly - Aequorea victoria
Aquoea victoria, otro bicho asqueroso de esos que vacían nuestras arcas públicas... ahora en el centro de las técnicas más avanzadas para entender el funcionamiento del cerebro gracias a sus proteinas bioluminiscentes.

13 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buen artículo. Estas cosas siempre me recuerdan al capítulo "Maxwell y los nerds" de El mundo y sus demonios de Carl Sagan

Unknown dijo...

Muy buen post, un gran ejemplo de la importancia de INVERTIR!!

Juan Carlos dijo...

Los científicos tienen miras amplias y los políticos miras sumamente estrechas. Hay gente que mira al futuro y gente que mira a la punta de su nariz. Lo malo es que los últimos son los que casi siempre disponen, mal, de los dineros de la investigación.
Salu2

Anónimo dijo...

Gracias por la entrada :)

clyo dijo...

Al hilo de este estupendo artículo, he encontrado por ahí una frase dicha en 2009 por Rolf Heuer, director general del CERN:

“I am firmly convinced that investing in fundamental science is essential and profitable not only for the cultural growth of humankind, but also for the progress of society,” he’d said, “without fundamental research there is no science to apply.”

A ver si algún político se entera...

Anónimo dijo...

Ops! Olvidaste que los políticos no saben inglés, al menos los de este país.

Anónimo dijo...

EXACTO! esa es la clave. Mucho lloran algunos cerdos que "se recorte en ciencia" pero cuando se trata de defender la labor cientifica española la rechazan, porque no se puede defender nada que provenga de un vecino, un primo o un español. Pues si, esta es la puta clave de todo, hay que investigar "aunque a nosotros, q tenemos gran capacidad intelectual, nos parezca tonterias".

Es totalmente de imbeciles llorar porque se recorte en ciencia y luego decir que los españoles somos unos mediocres investigadores.

Anónimo dijo...

¿Ni una sola mención a Kary Mullis? Fue él el inventor de la PCR...

Francisco J H H dijo...

Lo quería mantener todo lo simple posible sin decir cosas erróneas.

Para ser justos, habría que decir que Kary Mullis tuvo la idea original de la PCR, pero añadir también que la mayor parte de los detalles fueron desarrollados por sus colegas en la Cetus Corporation: Henry Erlich...

Por último, hay que mencionar que la PCR tuvo un precedente muy similar, ideado por Gobind Khorana y Kjell Kleppe, algo que dio pie a una lucha de patentes.

Todo lo anterior es relativamente conocido, y no aportaba mucho a la idea central que quería trasmitir: uno de los ingredientes clave de la invención vino directamente de un trabajo de ciencia básica.

Blog de Tecnologia dijo...

Impresionante artículo. Me así es como hay que invertir.

Manuel Sánchez dijo...

Buenas

Simplemente comentar que me inspiré en esta entrada para realizar uno de los guiones de radio de "El podcast del microbio".

http://podcastmicrobio.blogspot.com.es/2012/06/el-bicho-del-charco-amarillo.html

Un saludo

Alberto dijo...

Me ha encantado. Nunca había pensado en ese ejemplo, ya tengo uno más para cuando la gente diga que no quiera que el estado "tire el dinero con tonterías que solo nos gustan a nosotros" :)

Anónimo dijo...

El cientifico solo estudia por alimentar su curiosidad, lo demas si tiene aplicacion o no solo son efectos secundarios y que mejor manera de conocer quienes somos quecestudiar nuestro entorno. Creo que este articulo solo plasma la parte consumista del asunto el verdadero peso cultural y cientifico de ese descubrimiento es: que la vida tuvo origen en un charco de esas condiciones.