Porque es esto precisamente lo que va a pasar si se cumplen los recortes presupuestarios en investigación para el próximo año. Estas reducciones en el presupuesto para investigación, un 13% para el CSIC, más de un 26% para el CIEMAT, y cifras similares para otros organismos, se van a producir mientras que países avanzados (como Japón, EEUU, Alemania, Francia...) anuncian medidas opuestas como parte del llamado "nuevo modelo económico". Nuestro gobierno, pese a que ha reiterado en varias ocasiones lo contrario, se distancia entonces de esta búsqueda de una economía basada en la innovación y no en la especulación.
No olvidemos que la investigación es un auténtico motor del desarrollo. Estos nuevos presupuestos no sólo podrían provocar que el próximo avance contra el cáncer o el nuevo paso en el entendimiento de nuestro mundo ya no se produzca en nuestro país, sino una pérdida económica en concepto de patentes y bienes intelectuales, que redundaría además en una desventaja para nuestra industria.
Unos recortes de este calibre provocarán además pérdidas de puestos de trabajo y el cierre de diferentes centros de investigación. Muchos de los investigadores que, ante la mejora de la situación en los últimos años, volvieron de sus puestos en el extranjero, se verán en la calle. Centenares de entre las mentes más brillantes de nuestro país tendrán que emigrar y todo el esfuerzo hecho en los últimos años para mejora de la ciencia española, algo de lo que el presidente se mostraba tan orgulloso, no habrá servido para nada.
Fuentes: “Por favor, señora ministra, no tire nuestro futuro por la ventana” (lainformacion.com)
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